abril 25, 2024

Cd. de México (agencias).- Desde 2020, la pandemia desestabilizó las cadenas de suministro de alimentos y con ello la seguridad alimentaria encontró nuevos retos. Con la situación que se desarrolla actualmente en Rusia y Ucrania, se plantean nuevas formas de interactuar en el mercado de alimentos.

Rusia es el mayor exportador de trigo en el mundo y Ucrania el quinto. Juntos, aportan cerca del 19% de la cebada, el 14% del trigo y el 4% del maíz que consume el mundo. En suma, sus actividades pecuarias forman 1/3 de las exportaciones totales de cereales. Además, son principales proveedores de canola y exportan el 52% del aceite de girasol en el mundo. De acuerdo con información de la FAO, Rusia también es el principal productor de fertilizante en el mundo.

Cerca de 50 países obtienen el 30% o más del suministro de sus reservas alimentarias directamente de las exportaciones rusas. La mayoría de ellos se encuentran en el África septentrional, Asia y Medio Oriente. En el caso del continente americano, Brasil es altamente dependiente de las exportaciones rusas pues cerca del 60% de los fertilizantes que utiliza anualmente provienen de dicho País, así como el 40% del potasio que consume. La escasez de los productos podría extenderse hasta el próximo año.

Los cultivos en Europa, deberían estar listos para su cosecha en junio, pero no se sabe si los agricultores ucranios podrán acceder a sus campos y hacerlos llegar al mercado. Tampoco se sabe si las instalaciones de almacenamiento de alimentos están intactas y si su personal podrá regresar a trabajar en ellas. En el mar negro, los barcos ucranianos pueden todavía atravesar por el estrecho del Bósforo en Turquía, pero las primas de los seguros a la mercancía se encontrarán por encima de su valor actual lo que tendrá una influencia en el precio del transporte marítimo.

Como se ha mencionado, la dependencia energética de Europa es una realidad y la agricultura por su parte también necesita de energía para desarrollarse: la maquinaria requiere de combustible, gas y electricidad, así como los fertilizantes, plaguicidas y lubricantes. La fabricación de piensos (alimento para animales), también necesita energía.

Se calcula que un 35% de la población mundial depende del consumo del trigo. La FAO ha alertado que ningún país se ha presentado como alternativa para suplir las exportaciones del producto que Ucrania y Rusia realizaban. Por el contrario, los países altamente dependientes puede que incrementen el volumen de importaciones, elevando la presión sobre el precio general de la tonelada.

Precios en dólares por tonelada. Datos del índice de precios del reporte de marzo 2022 del Banco Mundial.

Es posible que Estados Unidos, Canadá, Argentina y Brasil reduzcan sus exportaciones para cumplir con la demanda interna. Egipto, Turquía, Bangladesh, e Irán son los principales importadores de trigo, dependientes de la exportación de estos desde Rusia.

La FAO hizo un pronunciamiento en un intento por recuperar el equilibro en los mercados de alimentos. En primer lugar, ha pedido que, a pesar del conflicto, el mundo mantenga un comercio de alimentos y fertilizantes abierto. Después ha instado a nuevas naciones en fomentar su producción agrícola para poder suplir las exportaciones rusas y ucranias para apoyar sobre todo a las poblaciones vulnerables: refugiados de todo el mundo.

Por último, ha pedido a los líderes abstenerse de realizar embargos sobre productos alimentarios pues deben considerar antes que nada los efectos al mercado de alimentos. Así, pide también más transparencia en las ventas de alimentos y que el diálogo se refuerce.

Con información de la FAO y su director general Qu Dongyu y el Banco Mundial | SO | Foto: iStock

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